FADOS: más que una pelicula

Fados, el último film de Carlos Saura, funciona como un homenaje, un homenaje al popular y legendario canto Portugués, que gracias a esta película, muchos hemos conocido.

Yo vi esta película casi por accidente el año pasado, y después me enteré que era una trilogía junto con TANGO y FLAMENCO, en donde este director español vuelca todo su amor por estos tradicionales y populares ritmos.

La película como obra de arte es un verdadero festín para los sentidos, es como sentarse en un restaurante fino a degustar un plato de la alta comida, pues se trata de la puesta en escena de 21 cuadros, en cada uno se interpreta un tema de los elegidos para representar el Fado (http://es.wikipedia.org/wiki/Fado) pero con la recreación de un entorno colorido, en que se juega con las luces, las sombras y se completa con danza, con los músicos tocando en vivo, con fotografías e incluso con la proyección de peliculas con imágenes de Lisboa.

Esta expresión de multiples manifestaciones artísticas, es el mayor valor de la película, es un verdadero placer ver cada una de las representaciones, no sólo porque están cuidadosamente preparadas y ejecutadas y cada baile, cada luz, cada imagen está finamente puesta, para en conjunto evocar el sentimiento, el espíritu de cada canción y eso es finalmente lo que el Fado representa.

Yo no soy experto en el Fado, recién lo conozco pero ha sido muy grato conocerlo y sobretodo en un soporte tan bello y rico como el film de Saura, y ahí radica el otro pilar de la película, el Fado mismo, un ritmo rico en matices, emotivo, dramático (me recordó el bolero) y por sobretodo poderosamente humano. Y esto realza la obra de Saura, pues a pesar de la gran filmación de Saura y los múltiples recursos audiovisuales usados, la película logra poner en el centro al Fado como LA estrella principal.

Mención aparte merece la gran variedad y calidad de los interpretes elegidos para cada tema, el casting incluye nada menos que a Caetano Veloso y Chico Buarque, dos monstruos de la música en portugues, pero sin embargo los verdaderos protagonistas son originarios de Lisboa, como Mariza (lejos la mejor voz femenina que he escuchado en el ultimo tiempo) Carlos Do Carmo y María Da Nazaré.

Pero en donde se produce la sorpresa mayor es con Bragada Victor Jara, una especia de colectivo de Hip Hop, que increíblemente resulta un aporte y un poderoso contraste mezclando dos ritmos tan distantes en el tiempo, pero a la vez conectados en su popularidad.

Resumiendo, la película es un gran mosaico de diversas expresiones artísticas perfectamente sincronizadas para homenajear al Fado, pero de paso un homenaje al cine mismo, como gran soporte de proyección para la expresión artística en su conjunto.

Absolutamente recomendable, y de paso una obligación investigar el Fado, escucharlo y disfrutarlo.